9 jul 2013

La muerte le apuesta al chance

Por John Acosta

Sepelio de Ana Rosa Blanco. Foto de ADN Barranquilla
Esta tarde conocí el miedo en persona. Tiene cara de tristeza, mirada perdida en la nada, tembladera en el cuerpo, un silencio profundo, incertidumbre  y una impotencia infinita. Lo tuve sentado a mi lado por una hora. Su estrategia es apoderarse de una persona, anularla y suplantarla. Maura está muerta del susto. Y tiene toda la razón del mundo para estar así.  Acabo de dejarla en el entierro de la tercera compañera de trabajo (según los medios de comunicación) que le asesinan en 36 días. “En total, van cinco matadas, desde que inició esta locura”, me dijo en uno de sus regresos esporádicos a su conciencia, contrariando lo que dicen los medios. Otras tres han sido heridas de gravedad, cuando sicarios intentaron asesinarlas. “Lo peor es que no sabemos quién será la próxima porque dicen que van a liquidar a 25 boliteras de la empresa”, alcanzó a decirme en una de las pocas veces en que su carácter logró arrebatarle, por pocos segundos, su yo al miedo. Bolitera es el nombre con que se les conoce a las vendedoras de chance.