Por
John Acosta
Quedan pocas horas ya para
iniciar las votaciones atípicas en mi sufrida tierra guajira. Hay tres
candidatos, de los cuales dos, tristemente, los más opcionados para ganar,
tienen el apoyo de la misma maquinaria política corrupta que ha desangrado a
nuestro Departamento por muchos años, desde que el 11 de marzo de 1985 arribó el
primer embarque de carbón de 33 mil toneladas, enviado en el buque Giovanni, al puerto de destino en
Dinamarca, completando así la primera exportación anticipada de carbón del
Cerrejón: La Guajira comienza a recibir millonarios recursos por regalías y la
deshonestidad de unos pocos comenzó a robárselos ante la mirada cómplice de las
autoridades de control y de justicia, que en no pocos casos se unió a esa vergonzante
espiral de ladrones que aún no termina. Ese saqueo descarado a las arcas
guajiras lo conoció desde un principio el establecimiento político de Bogotá y
se hizo siempre el de la vista gorda, interesado solo en recibir los votos que
le suministraban los delincuentes de cuello blanco de la única península
colombiana.